“MARÍA, REINA DE LA PAZ”.
Intenciones:
Por la Patria, nuestra ciudad y las colectividades.
Introducción
A causa de su íntima y estrecha relación con su Hijo, “Príncipe de la Paz”, María es venerada por su cooperación en la reconciliación y paz entre Dios y los hombres, realizada por Cristo.
En el Misterio de la Encarnación coopera siendo la humilde servidora del Señor, concibiendo en su virginal al Verbo Encarnado, Príncipe de la Paz.
En Pentecostés está presente junto a los Apóstoles en oración y recibiendo los dones del Espíritu Santo.
Como discípulos estamos llamados a pedir el don de la Paz y a trabajar en el mundo por la concordia y la tranquilidad para nuestro tiempo.
Pedimos al Señor Resucitado el don de la Paz y la unidad para todos nosotros, nuestras familias, la Iglesia, el mundo entero.
Preces:
A cada intención oramos: ¡Con María, te lo pedimos, Señor!
- Por los pueblos que sufren la guerra, el hambre o la injusticia, para que en ellos se restablezcan la paz, y la justicia. Oremos . . .
- Por la Iglesia, para que sea signo de concordia y de paz entre todos los pueblos. Oremos.
- Por nuestra Patria, para que el diálogo y la solidaridad sean pilares de la vida social. Oremos.
- Por todas las familias, para que en ellas sean constructoras de paz y fraternidad. Oremos.
- Por todas las Colectividades de nuestra ciudad y de la Arquidiócesis, para que sus aportes a la cultura, contribuyan a la convivencia y a la amistad social. Oremos
Oración poscomunión
María, Reina de la Paz, Madre del Príncipe de la Paz, contigo damos gracias al Padre por sus dones, por cumplir la Promesa de enviarnos el Espíritu de la paz, de la unidad, de la caridad…Contigo alabamos y engrandecemos al Señor quien, reconciliando Cielo y tierra, nos devolvió la Paz.
