“MARÍA, MADRE DE LA SANTA ESPERANZA”.
Intención:
Por las almas de los fieles difuntos
Introducción:
María nos precede con su luz en nuestro peregrinar como Pueblo de Dios.
Ella nos guía como signo seguro de esperanza y de consuelo.
A Ella la invocamos como Madre de la Esperanza y le confiamos nuestras alegrías y nuestras preocupaciones, nuestros anhelos y nuestros logros.
María nos anima en nuestro caminar poniendo siempre la mirada en los bienes celestiales; nos acompaña en nuestras fatigas con su ejemplo de confianza plena en el Señor.
Ella es la Aurora de la Salvación que conforta a sus hijos y los consuela con su amor de Madre.
Acudamos confiadamente con amor de hijos para que nos conduzca de la mano hasta la Casa del Padre.
Hoy tendremos como intención particular: “Por las almas de los fieles difuntos”
Preces:
A cada intención oramos: ¡Junto a María, te lo pedimos Señor!
- Por todo el mundo, para que las naciones contribuyan a la paz y a amistad social. Oremos.
- Por la Iglesia, para que sea signo de Esperanza e instrumento de paz entre todos los pueblos. Oremos . . .
- Por quienes se sienten desanimados o tristes, para encuentren la Esperanza en Cristo, Salvador del mundo, y reciban de nuestras manos la ayuda que necesitan. Oremos.
- Por los enfermos y encarcelados, por los moribundos y quienes perdieron a sus seres queridos, para que reciban del Señor el Consuelo y los auxilios de su Gracia. Oremos.
- Por todos nuestros fieles difuntos, para que el Señor los reciba en su Reino, y para que se acreciente en nosotros la esperanza de la Resurrección. Oremos.
Oración poscomunión:
María, Tú eres Luz de Esperanza.
Tú eres la Madre del consuelo y de la fortaleza, que nos asistes en nuestras dificultases, y nos alientas en nuestros desánimos.
Ayúdanos a orientar nuestra esperanza hacia los bienes celestiales que la fe nos invita a alcanzar.
Contigo damos gracias al Señor y reconocemos tu presencia maternal que nos protege y nos anima en nuestro peregrinar. Amén.
